Para que vayáis disfrutando de la letra de los poemas que luego estarán en el disco puestos en canción con aires de salsa, reggae, bolero, balada, etc.:
ONIRIA
Santiago López Navia
(fragmento de Canción
de ausencia rota de mi señor Silente)
Yo
nunca me he atrevido a decirte que te quiero
por
no cargarte el alma con un dolor que es mío.
Por
eso me he marchado de ti sin un ruido,
y
para que mis ojos no puedan delatarme
si
alguna vez, Oniria, los cruzo con los tuyos.
Ahora
no me es posible volver. Estoy muy lejos,
y
de ti me separan los pasos y los días.
Así
tuvo que ser, Oniria. Estaba escrito.
Así
quiso el destino llevarnos de su mano,
a
ti a no saber nada, a mí a callarlo todo,
y
así serán escritas las páginas que faltan
en
esta historia mía que nadie ha de contarte.
FUERA
DE CONTROL
Pedro
Mariné
No te escucho
cuando hablas;
tan sólo
muerdo tus labios.
No estoy
cuando te miras
desde mis
ojos lejanos...
Deja que el
sol te tiña
y las nubes
nos maduren.
No es aquí,
ni siquiera es hoy;
se sucede
incesantemente
fuera de
control
Hay un placer
en el deseo
que sólo el
loco conoce:
En este
tiempo de aglomeraciones
me enamoré
de tu ausencia.
Y si me dicen
que te has ido,
recuerdo el
eco de tu nombre,
porque más
que tu presencia,
son tus
pisadas sobre la arena
las que me
tientan.
No te escucho
cuando hablas;
tan sólo
muerdo tus labios.
No estoy
cuando te miras
desde mis
ojos lejanos.
No es aquí,
no es hoy;
está fuera
de control.
MÁS
ALLÁ DE LA CURVA DEL CAMINO
Alberto Caeiro
(heterónimo de F. Pessoa)
Más allá de la curva del
camino
tal vez haya un pozo,
quizá un castillo;
quizá solo continúe el
camino.
No lo sé, ni lo pregunto.
Mientras voy por el camino
de antes de la curva
solo miro el camino que
hay antes de la curva,
porque no puedo ver más
que el camino de antes de la curva.
De nada me valdría mirar
hacia otro lado
o hacia aquello que no
veo.
Impórtenos tan solo el
lugar donde estamos.
Hay belleza suficiente en
estar aquí y no en otra parte.
Si hay más gente allá de
la curva del camino,
que se preocupen ellos por
lo que hay más allá de la curva del camino:
ese es su camino.
Si acabamos llegando ahí,
cuando lleguemos lo sabremos.
Por ahora solo sabemos que
ahí no estamos.
Aquí no hay más camino
que el de antes de la curva,
y antes de la curva
el camino no tiene curva
ninguna.
Para
Além da Curva da Estrada
Para
além da curva da estrada
Talvez haja um poço, e talvez um
castelo,
E talvez apenas a continuação da estrada.
Não sei
nem pergunto.
Enquanto vou na estrada antes da curva
Só olho
para a estrada antes da curva,
Porque não posso ver senão a
estrada antes da curva.
De nada me serviria estar olhando para
outro lado
E para aquilo que não vejo.
Importemo-nos apenas
com o lugar onde estamos.
Há beleza bastante em estar aqui e não
noutra parte qualquer.
Se há alguém para além da curva da
estrada,
Esses que se preocupem com o que há para além da curva
da estrada.
Essa é que é a estrada para eles.
Se nós
tivermos que chegar lá, quando lá chegarmos saberemos.
Por ora
só sabemos que lá não estamos.
Aqui há só a estrada antes da
curva, e antes da curva
Há a estrada sem curva nenhuma.
TÚ
YA SABES...
Pedro
Mariné y Catherine Ménélas sobre poemas del joven autista Birger
Sellin
Tú ya sabes que a veces
me siento perdido
en mi oscuridad
Prisionero en el negro
túnel del miedo
de la soledad
En el laberinto de mi
pensamiento
no encuentro el aliento
que me haga salir
Un torbellino de luz y
sonido
galopa dentro de mí
Tú ya sabes que vivo en
la cárcel de hielo
de la soledad
Intento reunirme ahí a
fuera contigo
Pero yo mismo soy mi peor
enemigo
Nunca consigo vencer el
olvido
De este inmenso vacío
dentro de mí
Quiero salir de dentro de
mí
Cielo e infierno
Habitan en mí
Quiero salir
Voy a dejar de ser un
dentro de mí
Yo quiero salir de dentro
de mí,
Voy a dejar de ser un
dentro de mí
Quiero salir y huir
De dentro de mí
Voy a dejar de ser un
dentro de mí
Tú ya sabes...
CANCIÓN
DEL CONDE, NADO
Ferrán
de Calatrava
En
aguas procelosas, Conde, nado,
en
lóbrega prisión me desespero.
No
sé quién soy, no sé si vivo o muero,
a
tientas voy, sin luz, desamparado.
Porque
hoy vuelve a sangrar en el costado
la
dulce herida del amor primero,
hoy
se aviva el rescoldo traicionero
del
fuego aquel donde morí abrasado.
Y
aunque por ella sufro este tormento,
si
se viera en el trance doloroso
de
pedirme un favor, yo se lo hiciera.
Y
si, aturdida por su atrevimiento,
resbalara
o tuviera un azaroso
desliz
o tropezón, yo la cogiera.
MI
ABUELA EN LA HABANA
(Letra
para ser cantada a ritmo de cumbia)
José
Ramón Fernández de Cano
Tengo
una abuela en La Habana
que
fue novia de Fidel.
Un
día, de mala gana,
subió
a la sierra cercana
a
entrevistarse con él.
El
Che le dijo: “Ha
salido…
a…
hacer… ¡la Revolución!”
Pero
se había escondido
porque
siempre la ha temido
mucho
más que al paredón.
En
las venas fuego grana,
dulce
de bronce en la piel,
gritó
mi abuela cubana:
“¡Cuando
vuelva el tarambana
que
se lea este papel!”.
Tengo
una abuela cubana
que
fue novia de Fidel.
¡Tengo
una abuela en La Habana
que
fue novia de Fidel!
Con
gesto desafiante,
mi
abuela al punto partió;
y
el Che voceó al instante:
“¡Avisen
al Comandante
de
que el diablo ya voló!”.
“¡Sin
novedad, camarada!
–notificó,
raudo, el Che–,
salvo
una furia inflamada
que
ha dejado, despechada,
esta
nota para usté”.
“¿Era
una brisa galana,
un
céfiro de vergel?”
“¡Era
una galerna humana
que
al cruzar la barbacana
a
poco arrasa el cuartel!”.
Tengo
una abuela cubana
que
fue novia de Fidel.
¡Tengo
una abuela en La Habana
que
fue novia de Fidel!
Con
un temblor en el pulso
y
el canguelo por su ser,
Fidel
la leyó, convulso,
y
no contuvo el impulso
de
echarla a la hoguera a arder.
Ninguna
historia detalla
la
causa de aquel temblor,
y
hasta mi abuela se calla
si
fue un amor de batalla,
o
una batalla de amor;
pero
al toque de diana
Fidel
levantó el cuartel,
y
aquella misma mañana
se
paseó por La Habana
con
sus tropas en tropel.
Tengo
una abuela cubana
que
fue novia de Fidel.
¡Tengo
una abuela en La Habana
que
fue novia de Fidel!
ME
QUIERES EN VERDE
Julia
de Burgos
Al aire lo
complico
con mi fuga
del mundo
porque no
estás presente.
¡Quiéreme,
claridad!
¡Arroyo mío,
quiéreme;
revienta las
estrellas
y trae el
cielo
a verme
y a decirme
en tormentas
que me
quieres
en verde!
PROCLAMA
Mahmud
Sobh
En vano corre la sangre en
nuestras venas
si tenemos que derramarla
de forma gratuita.
En vano nacen nuestros
hijos
si los entregamos a la
boca del dragón.
En vano adornaremos esta
tierra
si luego la arrojamos a
las llamas.
En vano este sudor y estas
sentidas lágrimas
si no es para limpiar
nuestra conciencia
de la terrible
globalización.
En vano es esta paz que
llevará a la guerra.
En vano es esta guerra que
se llama paz.
ME
DESORDENO, AMOR, ME DESORDENO
Carilda
Oliver
Me desordeno,
amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada,
y casi sin
por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.
Te
toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y
acaso sin estar enamorada
me desordeno, amor, me desordeno.
Y
mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y
turbada
como una mal promesa de veneno;
y aunque quiero
besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me
desordeno, amor, me desordeno.
A
MÍ NO ME IMPORTA
Soledad Cruz
A mí no me importa que no
tengas casa, carro ni cargo
o que mi familia te
considere un mal partido
A mí no me molesta tu
falta de evolución
en la genética masculina
del sexo,
que recuerdes al bisabuelo
cuando miras a cada forma
de mujer
con el espíritu
explorador de Diego Velázquez
y el posesivo de Hernán
Cortés;
lo que en realidad no
puedo soportar
es tu falta de imaginación
para amarme:
esa grisura horizontal
después de tanto alarde.
DÉJAME
IR (Bolero)
David Torrejón
Yo ya sé que la vida al
fin te sonreía
Que nuestros corazones se
unieron ese día
Que nuestra vida habría
sido como un sueño
Entrelazado de abrazos,
alegrías y versos
Pero,
amor, amor, yo ya no estoy aquí
Si
quieres que me quede, me has de dejar ir
Tu vida será tuya y mi
muerte solo mía
Pero cuando me vaya me
tendrás cada día
Porque yo tendré un nido
en un hueco de tu alma
Y allí estaré contigo
cuando tú me lo pidas.
Pero
amor, amor yo ya no estoy aquí
Si
quieres que me quede me has de dejar ir
SON
DEL INGENIO
Pedro Mir
(fragmento de Hay un país en el mundo)
Miro un brusco tropel de
raíles
son del ingenio
sus soportes de verde
aborigen
son del ingenio
y las mansas montañas de
origen
son del ingenio
y la caña y la yerba y el
mimbre
son del ingenio
y los muelles y el agua y
el líquen
son del ingenio
y el camino y sus dos
cicatrices
son del ingenio
y los pueblos pequeños y
vírgenes
son del ingenio
y los brazos del hombre
más simple
son del ingenio
y sus venas de joven
calibre
son del ingenio
y los guardias con voz de
fusiles
son del ingenio
y las manchas de plomo en
las ingles
son del ingenio
y la furia y el odio sin
límites
son del ingenio
y las leyes calladas y
tristes
son del ingenio
y las culpas que no se
redimen
son del ingenio
veinte veces lo digo y lo
dije
son del ingenio
"nuestros campos de
gloria repiten"
son del ingenio
en la sombra del ancla
persisten
son del ingenio
aunque arrojen la carga
del crimen
lejos del puerto
con la sangre el sudor y
el salitre
son del ingenio
CANCIÓN DE AUSENCIA
Santiago
López Navia
(fragmento de Canción de ausencia rota de mi
señor Silente)
¿Cómo
llevarme, Oniria, las prendas que no tengo?
El
fleco de un vestido, sus borlas o su encaje;
un
guante que posaras en tu regazo dulce,
bañado
en el aroma del ámbar y tus manos,
o
aquel pañuelo blanco que atesoró tus lágrimas
cuando
te vi llorando sin que tú lo supieras.
¿Cómo
llevarme, Oniria, prendas que no me diste
si
no te dije nunca cuánto las quise mías?
Me
llevaré prendida de tu recuerdo alado
memoria
de las prendas que tocaron tus prendas:
memoria
de la piel que acarició el vestido,
memoria
de las manos guardadas en tus guantes,
memoria
de los ojos que consoló el pañuelo,
y
guardaré tus prendas a salvo del olvido
sin
que tú sepas nada, sin que tú sepas nada.
EN
LO TERRAZO DE MI ALTA
Conde
de Abascal
Hoy
que el apretor calora y el afianzo se verana,
y
en la madrad de Ciudid
hasta el derrito se asfalta,
yo,
cervezando unas tomas en lo terrazo de mi alta,
quiero
versir cuatro escribos y cartaros esta manda.
Me
ha casido un raro ocurro que os ha de gracer mucha hacia…
Mas,
para conter podároslo, he de latirme otra abra.
¡Qué
cervicia es la deleza! ¡Qué ideo quien la geniara!
Sólo
una ponga le falto: que en dos acabos se traga.
En
cuanto anillo la quita, según la termino, se abra;
¿por
qué pocará tan duro? En fin, otramos por vaya.
Pues,
como contaba andándoos… (¿y yo qué conto os coñaba?
¡Ya
se me fue el salo al ciento…! ¡A mí este mator me cala!)
Me
cerveceré otra beba, que me cabece la aclara;
porque
a importo le ninguna si es la óctima o septava.
El
maror me ha caleado, me ha tensionado la baja;
se
me ha vistado la nubla, y la treba se me langua.
Birro
que con otra piensa contaré qué os recordaba,
pues
la cervira me inspeza ante la págino en blanca;
Y
me corre de salido, si no me jalta una farra,
Un
mamotocho más treto que Fortucinta
y Janata.
Granamos,
en fin, al vayo: mas, ¡oh funescia desgrata!
¡Me
las he todado tomas! ¡No queda heleza cervada!
¡Compro
a correr más bajando, no la muerte ingrate me halla
gotando
la suda gorda en lo terrazo de mi alta!
COMPITE
José
Miguel Monzón
Si
buscas, deseas lograr mi amor: compite.
Si
quieres que sea solo para ti: compite.
Te
quiero, pero hay tantas… que no puedo entregarme
solo
a unos brazos y ser amante fiel.
Para
obtener mi corazón: compite
Si
crees que no tienes ninguna opción: insiste.
Tal
vez algún día llegue la ocasión: resiste.
Y
mientras tanto quiéreme, y no pierdas la fe, llegará tu recompensa.
Parecerá
que ignoro vuestras atenciones… no es así. No es así. No no no no
Soy
generoso y os esparciré mi amor
que
como lluvia dorada os saciará.
Soy
todo vuestro, pero no hago concesiones.
Espera
el turno, y estaré contigo el
tiempo
que yo considere que tú te mereces o tú , tú, tú… quizás tú.